Add parallel Print Page Options

»Aquellos eran los tiempos en que yo salía a la puerta de la ciudad y tomaba mi sitio entre los ancianos honorables. Los jóvenes me veían y se apartaban, y hasta los ancianos se levantaban respetuosos a mi llegada. Los príncipes se mantenían silenciosos y se tapaban la boca con la mano.

Read full chapter